El liderazgo femenino

Escrito por la Mayora Loraine Medina


Desde los inicios del Ejército de Salvación, para Catherine Booth, era fundamental el ministerio de la mujer en la obra. Ella preveía su influencia e impacto positivos para el avance y desarrollo del ministerio. Catherine aprovechaba cualquier oportunidad para enfatizar la importancia de la participación de la mujer en todos los niveles de la Iglesia.

Cuando considero al Ejército de Salvación global, solo pienso en dar gracias a Dios por el admirable aporte de las mujeres que cimentaron los fundamentos para la contribución del liderazgo femenino de lo que hoy es nuestro movimiento en todo el mundo.

He sido testigo viviente de esta evolución gradual dentro de nuestra organización. Recuerdo que, mi primer domingo en un nombramiento en Estados Unidos, encontré el uniforme de un soldado con una pequeña nota que decía: “No puedo apoyar el ministerio de la mujer, mucho menos llamarla pastora”.

En los años siguientes, cuando me desempeñaba en otras funciones de liderazgo, pude ver que los hombres no aceptaban instrucciones mías por ser mujer. Esa fue una etapa en la que sentí fuertemente el rechazo a mi desempeño como mujer líder y confieso que afectó mi espíritu, particularmente porque la crítica venía de compañeros oficiales. 

Fueron días muy tristes para mí al percibir la mentalidad de la gente hacia el influyente ministerio de la mujer en la obra. Al pasar los años, y gracias a líderes con una visión integral que contemplaba la inclusión de oficialas mujeres en posiciones clave, pude servir con más confianza y desempeñarme con la efectividad que requería la misión.

Agradezco a mis líderes de diferentes épocas con los que conversamos acerca de este tema y que me apoyaron para que siguiera adelante. 

Tuvimos tres generalas y, desde esa perspectiva, me agrada ver el panorama que proyecta hoy nuestro Ejército. Observo un liderazgo evolucionado que cree en la contribución de la mujer en posiciones clave como una división o un territorio, aun estando ella casada. 

Debo resaltar que, habiendo sido recién nombrada como Oficiala directiva, observo y experimento que la mentalidad de la comunidad ha cambiado. Esta innovación urbana debe alentarnos a recordar que somos un movimiento con un espíritu de adaptabilidad, por lo tanto, debemos adaptarnos a la realidad y a las necesidades de la época. Así que ¡bienvenidas mujeres líderes en todos los ámbitos de nuestro Ejército de Salvación!

“Se reviste de fuerza y dignidad y afronta segura el porvenir. Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor” (Proverbios 31:25–26 NVI).